Eternal Sunshine of the Spotless Mind

¿Pueden dos personas rotas curarse una a la otra por amor? ¿Es el amor una cura o una enfermedad que no se cura ni con el olvido? ¿Vale la pena recordar el dolor por el bien del amor? ¿Me estoy liando? Lo que es seguro es que la vida es un lío y si juntas dos enrevesadas personalidades como la de Joel (Jim Carrey) y Clementine (Kate Winslet) se va a formar un gran nudo como en esta anti-comedia romántica con pequeños guiños surrealistas. Nuestros protagonistas, junto con una cartera de compañeros de renombre como Elija Wood, Mark Ruffalo, Kristen Dunst y Tom Wilkinson, son piezas de un puzle que nos prepara Michel Gondry (¿os acordais del director de “Be Kind Rewin”?) con la ayuda de Charlie Kaufman en la encriptación de un guión que marca con su firma de rompecabezas psicoenigmáticos como en “Being John Malcovich”. Imaginad que pudieseis borrar vuestros recuerdos, ¿borrarías todo lo malo u os arrepentirías al ver que también perderías los buenos que están sellados con ellos? Es la pregunta a la que se enfrentan Joel y Clementine, puede que no os den la respuesta pero seguro que no os dejan imparciales ante la duda que nos descubren en el invernal San Valentín escenificado por las interpretaciones casi antagónicas a las que Jim y Kate nos tienen acostumbrados.
Agradecimientos por la recomendación a H.

Sesión nocturna del Domingo 11.11.12

Gary Clark, JR.

Descubierto hace nada, ya en la carpeta compartida del ITC. Un joven prodigio de la guitarra, la nueva generación del soul y el blues con venadas de rock y hip hop. ha aprendido y crecido entre grandes como Jimmie Vaughan, compartido escenario con gigantes de la talla de B.B. King y Eric Clapton. Cabe mencionar también sus colaboraciones con la poderosa voz de Alicia Keys.

Aimmee Mann.

Veterana que estuvo a la cabeza del grupo Til Tuesday pero sus grandes éxitos surgieron en solitario como la voz de la banda sonora de la película Mongolia. Con su último trabajo "Charmer" se mantiene entre las cantautoras maduritas con ganas de seguir tomando los escenarios.

Iration.

Hawaianos, aunque no lo parezcan en este ejemplo, son un par de chavalillos que empezaron a tocar por zonas universitarias, han ido captando la atención de los públicos con sus directos irrepetibles y pueden seguir sorprendiendo.

Tom Odell.

No sé nada de el a pesar de estar regado por toooooodas las redes sociales. Parece que sabe publicitarse el chico, y tiene un buen producto que vender, estaría guay que lo consiguiera, por ahora solo tiene unos pocos temillas colgados en sus perfiles virtuales.

Grace Potter & The Nocturnals

Siento la falta de introducción pero es que no tengo palabras, pero es un grupo con mucha historia le recomiendo indagar.

Un señorío humilde

El último trabajo de Plan B, Ill Manors (señoríos enfermos), es en realidad la banda sonora del proyecto artístico del líder y cantante del grupo, Ben Drew. En este álbum retoma el espíritu urbano de su debut con Who Needs Action When You Got Words sin abandonar su gusto por las melodías sofisticadas aunque con menos protagonismo para ese soulman que dice llevar dentro y nos demostró elevando su voz con las notas de The Defamation Of Strickland Banks. En esta ocasión amplia su estilo sintetizador de estilos con algunas bases de dubstep (la electrónica de moda en UK), además introduce diálogos de la película  a modo de intros con gran dinamismo.

En su conjunto, el álbum y la película son la visión personal del artista sobre la vida en los suburbios de Londres y declara que es su manera de explicar el "por qué" de la situación actual de los jóvenes renegados de la sociedad moderna, no el por qué hacen lo que hacen, sino el por qué llegan a ser lo que son para hacer lo que hacen.

Mañana Plan B ofrecerá un directo a través de Youtube, en el que tocaran sus nuevas canciones, con colaboraciones incluidas, y alguna que otra sorpresa más.

Finalmente os dejo con la intervención de Ben en una conferencia TEDx, donde explica lo que intenta hacer con una alocución mejor que cualquier político, diplomático, sindicalista, empresario, periodista o profesor.

Volver para irse.

Lo ha conseguido, y ya está. Ese es el comentario que más define el último golpe de Nolan, que con fuerza  ha plantado el punto final de la gran trilogía del caballero oscuro.

Todo empezó con una revolucionaria versión del legendario héroe, luego elevó el listón a la cúspide con una secuela magistral y ha sido capaz de concluir la obra con contundente cierre de telón. Sí hay ciertos detalles que abren la polémica de si esta tercera entrega acaba de cubrir completamente la sombra de la segunda pero definitivamente esta claro que contiene suficientes detalles dignos de admiración.

Obviando la genialidad de los ya conocidos métodos de Nolan, como la calculada realización y el elaborado rodaje de vieja escuela con las pinceladas digitales justas, para esta hazaña se ha terminado de reclutar a su equipo de estrellas personalizado para complementar a los titulares de la leyenda, el inmejorable Bruce Wane de Christian Bale y sus dos escuderos Alfred y Fox a los que tan bien se amoldan los carismáticos Michael Caine y Morgan Freeman respectivamente, sin olvidarnos de Gary Oldman que se ha ganado el titulo de Comisionado por la fuerza de encarnción de Jim Gordon. Por un lado Nolan ha tirado de sus fiables ases encabezados por Tom Hardy, que con tan solo sus ojos expresa todo el odio del curtido villano Bane, un personaje pulido para tomar el control de la sala cuando su voz inunda los altavoces, mientras la impresionante Marion Cotillard le da los ojos ideales a la cautivadora Miranda, tamebién Joseph Gordon que encaja perfectamente como su discreto pero imprescindible personaje, "Blake".  Y finalmente la grata sorpresa de Anne Hathaway que consigue demostrar el polimórfico talento de los actores para volverse una dura y sexy cat woman que puede que la saque de una vez su de su encasilladora imagen de comedia romántica.

Y así Cristopher Nolan termina de crear no sólo un nuevo referente de la leyenda de Batman sino un completa obra cinematográfica que invita a ir a la gran pantalla, y es que la clave para salvar el cine (el lugar) es que se haga cine del bueno (el arte).