domingo, 18 de octubre de 2009

7 almas... una película de 7 estrellas


Sé que llego casi un año tarde para comentar esta película, pero por fin me he decidido a tomarme un rato para ello y saldar mi deuda con un amigo y mi conciencia. En primer lugar si alguno de ustedes aun no la ha visto, que deje de leer ya! Por otro lado para aquellos que sí la han visto quiero dejar claro que este es un comentario positivo, así que si eres algún crítico inculto que ni si quiera ha prestado atención a la historia, y te has puesto a tachar los “fallos o incoherencias” de la trama como si fuera la típica película de miedo para adolescentes con ganas de meter mano a sus novias… también te puedes ir, pero a la #$*¿@ↄ! Que eso también lo sé hacer yo. Ahora bien, aunque personalmente me encante este film, si tienen una opinión negativa bien razonada y argumentada estaré encantado de recibirla.
En primer lugar opino que la producción técnica fue un trabajo más que logrado. Desde el juego de contrastes en la imagen, hasta la escenificación perfectamente calculada, y pasando por una banda sonora que multiplica la expresividad de cada escena. Es cierto que algunas de las canciones son sólo versiones de algunos temas clásicos (feeling good, que será será, i’m on to someething good) sin embargo mantienen la letra original y algo de su melodía, de forma que siguen transmitiendo las emociones deseadas. La dirección también tiene mucho éxito, la utilización de la retrospección temporal y el flashback para desarrollar poco a poco una historia invertida, mientras mantiene un “mini enigma” que desconcierta al espectador. Y siempre ayudado por el guión que le da un sentido especial a cada frase.
Respecto al casting, la verdad, tendría que haber pasado algún desastre para que no brillaran las estrellas que participan. Rosario Dawson (la débil, necesitada e imponente Emily), Barry Pepper (Dan, el sensiblón mejor amigo del protagonista), Woody Harrelson (Ezra, el tímido judío ciego y virgen), Elpida Carrillo (Conie, la madre maltratada), y como no… Will Smith, que haber si nos vamos enterando, es Tim no Ben Thomas. Ben es su hermano, por el que se hace pasar, y el que en los créditos ponga Ben-Will Smith, es sólo para los que no se enteraron del detalle, y cuando en las sinopsis se refieren al personaje como Ben, es sólo para no arruinar la sorpresa. Por otro lado he leído unas cuantas críticas, que dicen que Will se está encasillando egocéntricamente en papeles glorificados como héroes y santos. Yo también opino que un buen actor es aquel que es capaz de interpretar varios papeles y sacar toda la personalidad de los mismos. Pero, aun así, reconozco que muchas estrellas cinematográficas se han ganado su prestigio por poder sentir y expresar a un tipo de personaje  hasta el punto en que el mismo público conecta con él, ya sea por simpatía, identificación personal, o de cualquier otro modo. Y Will Smith ha logrado llegar a este punto, obviamente no con el Príncipe de Bel Air ni con Mike Lawrey (Bad boys), pero ha ido madurando poco a poco como actor y el resultado se ve claramente tanto en Siete almas como en En busca de la felicidad, que por cierto son del mismo director.
Y para finalizar, la verdadera razón por la que me cautiva esta película es el sentido percibo. No quiero quitarle importancia a todo los factores mencionados antes, pero la producción puede llegar a hacer de una pamplinada americana, una obra de arte. Y yo solamente la consideraré BUENA cuando haya conseguido hacerme pensar o sentir algo. Por muy simple que sea la realización si detrás logra concebir un sentido especial, yo me quedo satisfecho. No me importa si es un mensaje, una crítica, un sentimiento, o la simple exposición de algún dilema, incluso me da igual si es contrario a mis valores e ideas. Y en Siete almas yo he visto un fondo muy interesante; ¿Qué es necesario para obtener el perdón? ¿Y, cuándo debemos buscarlo? Pero ojo! No confundamos lo que veo yo, y la intención del director y escritor. Según las entrevistas que les han hecho, su propósito es sobretodo artístico y buscan emocionar al espectador con un buen drama y un final conmovedor. Yo en cambio resalto una interpretación de un contexto moral que me planté durante el relato. Tim (Will Smith) es un hombre que se obsesiona con reparar el daño que ha causado en el accidente de coche que produjo años atrás, y aliviar el sentimiento de culpa que le tortura por ser el responsable de la muerte de su amada mujer. Cuando su hermano (el verdadero Ben Thomas) cae enfermo, con un cáncer de pulmón, cree que puede saldar su deuda ayudando a los más necesitados, empieza donándole medio pulmón a Ben, y continúa con Holly, la asistenta social que necesita medio hígado, al niño con un trasplante de médula, a Ezra con un transplante de cornea, al entrenador , a Conie  le entrega su estupendísima casa en la playa, pero en Emily ve algo más que una persona necesitada, se da cuenta de que puede volver a ser feliz, vuelve a amar. No obstante ya sabe lo que es perder a una persona especial, sigue reprimiendo ese dolor, por eso decide dar su vida para, esta vez, salvarla. Lo que yo les pregunto a ustedes es si creen que eso es suficiente, si es demasiado o… si acaso tiene sentido la deuda moral.

1 comentario:

Unknown dijo...

Lo sé, te he dejado abandonado. Hacía tiempo que no me dejaba caer por aquí. Si te digo la verdad casi se me había olvidado.

En cuanto a esta entrada, ya te lo dije. ¡Eres la polla! Hay varias cosas que ni siquiera entiendo por que no me he informado demasiado, y además la película la vi por internet a lo cutre, así que volveré a verla. Pero antes me informaré de todo eso que has dicho. Y espero que lo reconozca todo.