
¡La volví a ver! ¡Espectacular de nuevo! Con Leo, en el Meridiano otra vez.
Eran las 22:00 de la noche y acabábamos de llegar al piso de mi abuela de un partido en el que jugaba Ari. Ella se fue con una amiga a la que no veía desde hacía tiempo. Por lo tanto Leo y yo nos quedábamos solos. Él disidió que fuéramos al cine. Empezamos a mirar las películas que habían en cartelera en el portátil y se decantó por "Malditos Bastardos". Después de una corta discusión (yo no opuse casi resistencia) me convenció de verla otra vez. Sin embargo, la última sesión era a las 22:10 y eran las 22:06. Salimos echando leches a la rambla a por un taxi. Pasó rápido y en 3 minutos estuvimos allí. Era sábado por la noche y las escaleras mecánicas estaban petadas de gente. Subimos corriendo y esquivando gente. Mientras yo le iba contando lo filmográfica que era la primera escena. La del lechero y el coronel, por si no llegábamos.
Llegamos a tiempo y fue la bomba. Hubo un momento casi por la mitad tirando al final en el que no podíamos parar de reírnos. Pero la película no es sólo risas, en absoluto. Me fije en detalles que no me dí cuenta en la primera vez que la vimos. Como en la música o en los sonidos de ciertas escenas, como por ejemplo la primera, la del lechero. Si te paras a escuchar hay un momento en el que se quedan los dos hombres hablando en inglés (en español en España) donde cada palabra sale a cuentagotas, y de fondo se oye el ruido del péndulo del reloj y a las vacas mugir. Era curioso. Y justamente después rompe la escena con una pedazo de música que te hace temblar. ¡Es la leche!
Luego las dos escenas sin duda más graciosas, junto con varios personajes entre ellos el de Brad Pitt que no puedes para de reírte en cuanto salen, son la del "Oso Judío" con el bate y la que se encuentran en el bar con la agente doble que es actriz. Y tengo que decir que en ambas se ve el sello ese tarantinezco, el pasar de la absoluta risa a la violencia extrema. En una te partes cuando sale el judío del túnel y en la otra te partes con los gestos que pone Hugo Stiglitz. Pero ambas dos te rompen cuando se desatan. Sin embargo, ¡no puedes parar de reírte a pesar de la violencia! ¡Es la bomba!
Si tuviese que calificar la peli le daría un 9,5. Me da miedo ponerle el 10, pero está muy cercana. Porque toda la película deja detalles que son magníficos, distintos y complementarios. Y la escena final con la que la remata, cuando Aldo Raine le graba la 卐 en la frente al coronel, es como un resumen de lo divertida y maquiavélica que es la película.
1 comentario:
jeje! que grande eres tío. yo me la bajé en inglés y en cualquier momento me la pongo. el acento que pone brat es la ostia, cada vez que habla me estallo, XD
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