Sí. Se ha muerto un tal Blake Edwards.
Y lo ha hecho dejando, sí, un rastro de risas. De carcajadas incluso.
Blake edwards era un director de cine. Del cine de los 60 a 90 del siglo XX, más o menos. No se puede decir que fuera como Akira Kurosawa, John Ford, Alfred Hitchcock, Igmar Bergman, Steven Spielberg, Francis Ford Coppola, George Cukor, Federico Felini... No. Pero hizo cosas muy reseñables en un tipo de cine que ahora es tan difícil encontrar. Ese cine que se llamaba simplemente comedia, y podría decirse que era un cine familiar, casi infantil, sin efectos especiales, ni crímenes, ni sexo, ni supuesto terror estúpido, ni vampiros o lobos, ni catástrofes de fin del mundo, ni tonterías de niñatos borrachos de nacimiento. Pero sí, sin embargo, cine para reírse, reírse mucho mucho. Con argumentos simples y golpes simples que te hacen pasar un buen rato simple. Eso sí, con grandes actores, excepcional producción, música (del grandísimo Henry Mancini) que se acaba convirtiendo en clásica y algunas escenas míticas que han pasado a formar parte de la memoria colectiva de nuestra civilización (la nuestra, la de los viejos).
Aunque a este blog se entiende que traemos cosas del Siglo XXI normalmente, yo ya he traído antes otras que creo que son las que han puesto los cimientos de lo que se hace en el XXI. Hoy escribo sobre una de esas. Hoy hago de abuelo de nuevo, para darles la oportunidad de que echen un vistazo a algunas de las películas de Edwards. Pasarán un buen rato, seguro.
No todas sus películas son recomendables, ni mucho menos, pero algunas los son 100%. Por ejemplo, no deben perderse de ninguna manera:
- "EL GUATEQUE", una locura casi surrealista y sorprendente, en la que no sabes si reírte a muerte o llorar de lo patético del personaje del sin par Peter Sellers. Es prácticamente cine mudo. Una exhibición de actor y director.
- "LA PANTERA ROSA" (y alguna de sus secuelas, que son alrededor de 10 ó así!!), también con Peter Sellers. De ellas salió la excepcional serie de dibujos animados del mismo nombre.
- "LA CARRERA DEL SIGLO" de la que luego se hizo una divertidísima imitación ("Aquéllos locos chalados en sus locos cacharros") y una serie de dibujos animados mítica ("Los autos locos").
- "DESAYUNO CON DIAMANTES", basada en una novela de Truman Capote, que convirtió en icono a la maravillosa Audrey Hepburn (y a la joyería neoyorkina Tiffany). Sin olvidar un standard absoluto de la música del siglo pasado: Moon River.
Y para que vean que no solo hacía películas tontas para reírse, a ver quién se atreve a ver algo muy muy parecido a una obra maestra:
- "DÍAS DE VINO Y ROSAS", con un pedazo de actor imprescindible, Jack Lemmon (Oscar al mejor actor por su trabajo en ella). Trata abiertamente de un tema recurrente pero no por ello menos dramático: el alcoholismo.
sábado, 18 de diciembre de 2010
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1 comentario:
xoooooosssss! haber empezado por que era el director de la pantera rosa y el guateque, así uno entiende perfectamente la descripción inicial. vamos es que eso si es comedia, pero yo creo que su simpleza no nada simple, hay que ser un genio para ser tan surrealista, XD.
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