martes, 4 de enero de 2011

La Môme


LA PELÍCULA

Una gran bigrafía contada como nunca; es directa y cuenta lo esencial y lo verdaderamente importante pero cuidando muy bien los detalles. Sin embargo esto no quiere decir que sea una peli fácil de digerir, todo lo contrario, el desarrollo de la historia es completamente anti-lineal, enrevesada e intensa, diría que sólo el 10% está en el guión, el resto se lanza a los sentidos del espectador, las imágenes, los sonidos, he aquí donde radica el contenido del film.

EL PERSONAJE

Édith Piaf, el gorrión de París, el alma de  una ciudad en una voz. No me las voy a hacer de listo, no sabia nada de ella hasta esta tarde, pero ya me he puesto al día. Probablemente los sabios ya sepan quien es, pero para los que creen que nunca habían oído de ella se equivocan, seguro que en algún momento, en alguna escena han escuchado uno de sus himnos como por ejemplo Non, je ne regrette rien. No soy ningún experto, pero no puedo temo a equivocarme si digo que esta mujer fue el vivo retrato del ideal de los artistas del Music-hall. Y si la mitad de lo que dicen sus biografías es cierto estamos ante una mujer admirable, luchadora, puramente sincera con la vida y el mundo, y con un don divino. Pero como comúnmente sucede con los de su especie, los de los dones, acabó consumida por las desdichas de la vida, huyendo a los traicioneros brazos de la droga. Sólo espero que su lecho le haya dado una paz como la que los focos le inducían.

LA ACTRIZ

Su presencia había pasado inadvertida ante mi cuando vi Big Fish y Taxi, hasta que vi Origen donde no pude ignorarla porque cada vez que salia en pantalla mi corazón se paraba, la admiraba y luego daba un latido profundo y terminal. Me interesé por su papel en Enemigo Público y me quedo claro que su existencia no era casualidad, que poseía una esencia especial. Y por fin, ahora, tras ver su interpretación en La Môme, puedo asegurar que estoy completamente platónicamente enamorado de Marion Cotillard, de sus ojos, pero no de su oceánico azul sino de su mirada, y de su boca, pero no de sus finos labios sino de su sonrisa. Si pudiese elegir que me presentasen a alguien no dudaría una décima de segundo, sería ella. Me encantaría tenerla frente a mi y  conocer la personalidad que es capaz de personalizar las emociones, gestos y expresiones de las impresionantes personalidades de sus papeles.

1 comentario:

Unknown dijo...

La veré!! No lo dudes!! Lo que no sé como la conseguiré; lo ideal sería en V.O. como no, pero deja ver...